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miércoles, 20 de marzo de 2013

!!!YA ESTA BIEN, CONO!!!






Emilio Martínez Arrés      http://www.facebook.com/emilio.martinezarres



                            Hola a todos. La indecencia es algo que ha existido siempre. Unas veces la intuíamos, otras la sospechábamos y en alguna ocasión tuvimos la certeza de que haberla, habíala.
              Que en las condiciones en las que está este país, al que en algún tiempo se le podía llamar España y no sentir vergüenza, sigan produciéndose estas indecencias, ya no podemos achacarlo, a la dictadura, ni a la iglesia, ni a los militares retrógrados.
               La culpa. La culpa al 100 % es de quienes tenemos la suerte de vivir en una época en la que la información fluye un poco más clara y está al alcance de muchos. Ahora, sabemos lo que cobran estas personas por el hecho de ser políticos. Pero como los  hemos puesto nosotros a nadie podemos culpar que sigan años y años forrándose mientras este país se empobrece por días. Se han aumentado el sueldo cuando han querido y les hemos seguido votando y si hemos cambiado el signo de nuestro voto no ha servido de nada porque para esto de los sueldos siempre lo aprueban por unanimidad. Es decir, que si al hecho de la diferencia de salarios entre un empleado o un parado y un político se le puede llamar hoy indecencia, tengamos claro que la indecencia principalmente parte de nosotros mismos que no tenemos coraje ni para protestar con contundencia y con más eficacia, cuando vemos como, ante nuestros propios ojos se forran, sin importarles el momento económico que atravesamos.
               Creo que es hora de que se enteren de que no viven en un país de tontos. Por esto y porque si no cambian pronto las cosas nos vamos a ver tan mal como puedan imaginarse es hora de salir a la calle y decirles. A ROBAR AL ESTRECHO. En otras poblaciones próximas se están comenzando a organizar movimientos para canalizar esta protesta que tendría como final un día de paro completo en todo el país.  Que sea desde Elda desde donde salga el movimiento más fuerte y que se acuerden de nosotros por un tiempo. No les será difícil recordar que, durante la transición, la primera huelga del sector calzado se llevo a cabo aquí. Aquí también tuvimos tristemente, la primera victima. Ahora no ocurriría, supongo; pero el recuerdo les haría prestar atención a esta ciudad que está hasta las pelotas de malvivir mientras ellos solo conciben la crisis como una serie de números que no cuadran demasiado. Pero la crisis la verdadera crisis es un verdadero drama para gentes con nombres y apellidos.
El último zapatero, la última aparadora, demuestran, más decencia que todos ellos juntos.
!! YA ESTÁ BIEN, CONO!!
Elda 30/09/2009
E. M. Arrés



TODOS SOMOS LA VIDA





                      Solemos asentir cuando oímos decir aquello de que el hombre vive su vida y que cada cual lo hace como puede, sabe, o quiere.
       No hay ningún hombre que tenga “su” vida propia. El transcurrir del tiempo (elemento inexorable de condicionamiento universal) sobre la finísima línea de luz que cruza el espacio de lado a lado que supone la vida, hace que esta transcurra a modo de gran río que a veces con aguas calmas y otras arrolladoras, embravecidas y turbias juegue con el hombre como si de un palillo se tratase. ¿Cómo puede ser que tenga “su” propia vida si ni siquiera le es posible dominarla?
         Es sorprendente que el hombre siga diciendo. “NO DEJARÉ QUE NADIE INTERVENGA EN MI VIDA. NADIE ME VA A DECIR QUE TENGO QUE HACER CON MI VIDA”
      No es el hombre en fin quien dispone de la vida sino el tiempo. El transcurrir del tiempo hace nacer vivir y morir al hombre y en ese espacio de tiempo millones y millones de personas han tenido experiencias parecidas cuando no sospechosamente iguales.
     Lo siento, pero he de decirles que la vida más importante no es la de cada uno de nosotros. Eso es lo que pensamos siempre. Dudamos de muchas cosas, pero de esa.......... De esa precisamente, NO. NUNCA.
      Doy por imposible el hecho de que tantos seres que pueblan el mundo tengan razón en la misma cosa y además pensando de manera totalmente opuesta. ¿No resulta esto llamativo? Ni aún así, acabamos de caer en la cuenta de que, todos, todos nosotros, somos una misma cosa. LA VIDA.
Elda 06/09/2009
E. M. Arrés.