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martes, 27 de septiembre de 2016

PAJARO ASADO 006 LOS MERCADERES




PARTE I  Comenzado a escribir  a finales de 1.985

Juan 2:  13-16
13 Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén,
14 y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados.
15 Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas;
16 y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado

                 “El nuevo testamento”  es  un libro absolutamente recomendable para cualquier ciudadano de este, cada vez mas pequeño, y alterado país.
                Su lectura, proporciona siempre nuevos elementos de información y análisis que ayudan al lector a tener; puntos de vista, referentes nuevos sobre los viejos problemas de siempre. Y todo ello con la ventaja de poder acercarse  a él como creyente; al reconocer sus textos como Palabra de Dios”  o bien leerlo sin ningún tipo de prejuicios. Es decir, considerando que el libro es simplemente una narración épica.
                En ambos casos el lector, quedará entusiasmado por la facilidad con la que Jesús de Nazaret, el hijo del carpintero, arranca la mascara de la falsedad y la hipocresía de todos cuantos en aquella época  alardeaban de cualquier tipo de  legitimidad para ejercer el poder político, el religioso, el social, el económico etc. etc. 
               Han transcurrido 2.000 años desde entonces y es de justicia reconocer que el hombre ha encontrado algunas respuestas a sus problemas de siempre aunque también es verdad que tiene ante si, mayor numero de preguntas que antes. Lo cierto es que a pesar del innegable avance en lo material, seguimos, creo yo, experimentando sentimientos parecidos a nuestros antepasados. Alegría y tristeza. Solidaridad e indiferencia. Amor y odio. Generosidad y egoísmo.
             Todos los sentimientos  o actitudes, están desde hace muchos años catalogados y en función de la cultura o la actitud personal del “catalogador”, ante la vida en general, “valorados” y mostrados  al personal como constructivos o destructivos, como negativos o como positivos… Y utilizando la terrible herramienta  del maniqueísmo, como buenos o como malos. “Para simplificar las cosas” se nos dice.
                   Si el hombre abriese los ojos, sus oídos, su inteligencia en fin, a cuanto le rodea, y adaptase una actitud crítica ante cualquier información que reciba, sea cual sea el conducto, otro gallo nos cantara. Otro futuro tendríamos por delante. La comodidad egoistona e infértil se ha instalado en el alma del hombre de hoy. Así, se nos explica que, se es solidario cuando  aportamos algo de los que nos sobra  para darlo a quienes de casi todo lo material carecen. Es decir: Con los 20 duros que puede costarle un café puede  Vd. hacer tres cosas. A saber 1) Alimentar un niño durante un tiempo hasta que una enfermedad una mina o una bala le maten o el propio sistema le convierta en “carne de cañón” en todos los sentidos. 2) Echarle unos kilitos de sordina a la conciencia que pertinaz e inoportunamente no deja de advertirnos que lo de los 20 duros es casi, casi una burla. 3) Mantener el sistema que nos permite llamarnos solidarios en un mundo partido en dos. Los que ya ni saben todo lo que tienen y los que saben perfectamente que no tienen de nada.

Parte II  
                     Cuando nos esforzamos en emplear un poquito de nuestro tiempo y analizar, siquiera sea brevemente,  lo que le ocurre a esta sociedad nuestra, nos damos cuenta de que casi todo anda mal. Parece que el mundo entero se volvió un poquito esquizofrénico. Aquí todo marcha de mala manera.
                       No quiero ser excesivamente puntilloso pero  la corrupción, el escándalo por las actitudes  y por los hechos, prácticamente en todas las instituciones de cualquier clase, la ley del mas fuerte, la falta de respeto al diferente por el solo hecho de serlo, la atrocidad de las guerras que continúa  ofreciendo vergonzosos comportamientos de gobiernos que condenan la violencia pero fabrican las armas, que dicen buscar la paz pero no paran las guerras  porque si las ganan otros “significaría cosas mucho peores para todos”. La continua ofensiva de los medios de comunicación ofreciendo a nuestros jóvenes;  Los ingenios electrónicos más potentes. La música más  espectacular. La imagen de quienes quieren presentar como ejemplo a seguir por nuestra juventud.
                  ¿Y los valores? ¿La ética? ¿El comportamiento individual y colectivo? ¿El compromiso con la familia,  con el entorno más cercano y  con la sociedad en general? ¿Con el país?
                     ¿Acaso alguien nos dice en un medio de comunicación sea cual sea  que el esfuerzo es algo positivo para la persona?  ¿Han oído leído alguien en los últimos años decir que hay que sembrar primero para poder optar a recoger después? Yo no.
                     La sociedad está (estamos todos)  adormecidos, y convencidos de que todos los problemas los van a resolver las nuevas tecnologías  y que lo único que hay que hacer es  esperar, y en los casos mas positivos, montarse  un Google o un Facebook. No es por ahí, creo.
                    A veces pienso que habría que  zarandear un poquito bastante a esta sociedad dormida. Pero claro, la violencia no es el camino, nos dicen, Yo ya no se que pensar. Jesús  de Nazaret, el hijo del carpintero, preguntado por sus discípulos sobre ¿Cuántas veces habremos de perdonar, maestro? Contestó. Hasta setenta veces siete. Parece pues que la respuesta no es la violencia.
                 Pero de verdad,  de verdad les digo que cuando veo tanta desvergüenza  y tanto escándalo me acuerdo mucho del Jesús que entró en el templo y echó a latigazos a los mercaderes.
                  No propongo la violencia. No soluciona nada, pero… Pero a Jesús de Nazaret, el mismo que fue crucificado sin oponer resistencia, también se le hincharon los cataplines.  ¿Vale.?
                    Pues eso. No sé bien que hay que hacer, pero creo saber lo que no hay que hacer. No hay que seguir sometidos, por quienes  gobiernan el mundo sin votos pero con mucho dinero. Aplatanados, e inermes esperando que todo lo resuelvan las nuevas tecnologías, Hay que pensar alguna medida no violenta pero eficaz  y a ser posible ejemplarizante para echar a los mercaderes y a sus besa culos, de los templos  o de las  cloacas. Aún no se la formula (estoy en ello) pero hay que echar a los mercaderes.

2016-09-27

Emilio Martínez Arrés  













lunes, 12 de septiembre de 2016

PÁJARO ASADO 005 VAMOS A DONDE VAMOS


VAMOS A DONDE VAMOS

           No quiero hacer una relación de casos de corrupción en los que aparece el partido del gobierno en funciones porque además de tedioso, supongo que sería inútil. No se si lo sabemos todo, pero con lo que nos ha llegado a través de los medios de comunicación, entiendo que sería bastante para que se fuesen todos, TODOS avergonzados a su casa. Pero claro, si el máximo responsable  no se va, los demás se quedan “por solidaridad”.
Hables con quien hables, todos están (estamos) mas bien un pelín cabreados. Pero si se escucha con paciencia descubres que;
El P.P. habla del PSOE como si fuesen la tribu de los malditos, aunque al mismo tiempo les piden una gran coalición (vóteme Vd. que yo mandaré)
Tampoco valoran en mucho a C´s pero luego suscriben un pacto. De Unidos Podemos…Brrrr,  ni pensarlo.  Pablo Iglesias en el gobierno?  Ufffff una pesadilla.
Pero aquí no se libra nadie. Ninguno quiere nada con ninguno porque le encuentran líneas rojas a la primera de cambio. A final puede ocurrir como el guaperas que busca la novia más atractiva, más inteligente y más rica. ¿No saben lo que le pasa?  Pues que le dejan la fea. (con perdón). Como siempre pasa en la vida, buscando lo mejor, se suele perder lo bueno.
La postura del presidente en funciones es firme. “Soy el líder del partido mas votado y debo gobernar yo”. Y sin embargo no quiere ver que la realidad le sobrepasa. Es el partido más votado si, pero hay una gran mayoría que no le quiere ni en pintura. El partido más votado en las últimas elecciones, obtuvo 7.906.185 votos, y eso significa un  un 32.72% sobre el total de los votos escrutados. Es decir, sobre el total de votantes que ejercieron su derecho al voto.  Pero a este hombre no se le ocurre pensar que, en España, el censo electoral,  en la fecha en  que se produjeron las elecciones, constaba de  36.518.100 electores.  En realidad el P.P. ha obtenido un 21.65 %  sobre el total de posibles electores.
Es verdad que los datos también cambiarían respecto a los demás partidos  si aplicásemos la misma formula pero es lo cierto que quien mas responsabilidad tiene, de ese altísimo numero de españoles que decidieron no acudir a las urnas, es M.R. y su gobierno que al parecer no ha conseguido ilusionarlos en demasía.
Ya se que las posturas simplistas no solucionan casi nada pero no estaría de más que bajase un poco el tono de superioridad con el que siempre se dirige a los demás y se diese cuenta que frente a los 7.906.185 españoles que le han votado  hay 28.611.915 que o no le han votado a él  o simplemente no han votado.
No es bueno el camino de la descalificación, la utilización de las mayorías absolutas como rodillo y mucho menos el tono de soberbia que caracteriza a este personaje y alguno de sus voceros. Puede que gane. SI. Pero no convence. No. Y en cualquier caso, no es precisamente una persona que invite al dialogo, a las reformas en común con todo los demás, y en ningún caso que sepa o quiera ilusionar.
Si la actitud de los partidos políticos, en general,  y la suya, en particular, va a seguir por la misma senda  del yo o el caos. No tardaremos mucho en encontrarnos con cifras de abstención con las que difícilmente se puede sostener  un estado democrático en paz y libertad.
Desde mi humilde punto de vista no puede haber democracia si no hay participación del pueblo. Pues eso. Es muy aconsejable para todos, tomar nota. Y aquí incluyo especialmente a  aquellos cuyo lema es  “todos los políticos son iguales” “Paso de votar”. Así, pasa lo que pasa  y vamos a donde vamos.

2016-09-11
Emilio Martínez Arrés