GARRAPATA
1. f. Ácaro de forma ovalada, de cuatro a seis milímetros de largo, con las patas terminadas en dos uñas mediante las cuales se agarra al cuerpo de ciertos mamíferos para chuparles la sangre, que suele ingerir en tal cantidad que su cuerpo llega a hacerse casi esférico. (1ª acepción del diccionario de la R A E )
“Una cosa es predicar y otra es dar trigo”. Conocidísimo dicho al que se recurre en numerosas ocasiones para exponer de una manera sencilla y clara la diferencia que suele haber entre lo que expresamos cuando aconsejamos a los demás y lo que realmente hacemos cuando llega el momento de ser consecuentes con nuestros consejos, con nuestras palabras.
Adquirir conocimientos de todo tipo, acumular información de cualquier origen o destino se ha convertido para todos en algo imprescindible. Parece claro que el conocimiento de las cosas, la información, no es algo intrínsecamente malo pero ocurre que, en general, los conocimientos que se adquieren no son utilizados principalmente para mejorar la vida del hombre. Esto, algunas veces ocurre, pero es “por añadidura”.
El esfuerzo que cada país hace en investigación de cualquier área de la ciencia, está dirigido en la inmensa mayoría de los casos hacia la meta de la primicia. Es decir: A llegar a adquirir un determinado conocimiento antes que los demás. A partir de ahí todo lo descubierto se deriva hacia la rentabilidad económica que nos permite un mayor grado de competitividad. Hecho este, que lleva irremediablemente a la pérdida de la misma por los demás. Pero como al parecer nuestra estulticia es algo superior, en tamaño, a nuestro cerebro (o a la capacidad de utilizar este con racionalidad y sentido común) pues seguimos esforzándonos en subir un escalón más sin ver, sin mirar o sin querer mirar ni ver, que cada peldaño que logramos subir quienes vivimos en países ricos, supone un peldaño mas que nos separa de aquellos cuya principal y muchas veces única misión consiste en sobrevivir un día más.
En los países ricos, la mayoría de los hombres mueren por causas naturales. En los países pobres la mayoría muere de lo que para ellos es también una causa “natural” EL HAMBRE. Mientras tanto, las multinacionales, comandadas por esos señores que aparecen poco en los medios informativos pero que mandan mucho en el mundo entero, aumentan sus beneficios al mismo ritmo (Aproximadamente) que aumenta el hambre. Pero además pueden y de hecho lo hacen desestabilizar y hundir económicamente a un país o a los que menester fuere , si es eso lo que hay que hacer, para seguir defendiendo sus intereses, que no son más que los de acumular dinero y poder hasta donde sea posible.
Hace algunas algunos años, habíamos muchos convencidos de que este tipo de ser – rata mezquino y odioso, solo se encontraba en los alrededores de los regímenes dictatoriales, ya que la opacidad de estos “sistemas” favorecía el cebado o engorde de estos entes tal como lo hace la garrapata, hincada su boca succionadora sobre la piel del perro que, para más inri, siempre suele ser flaco y sirve de alojamiento a la pulgas. Se nos decía que esas fechorías solo eran posibles en regímenes no democráticos, aquellas mismas voces u otras parecidas se van dado cuenta ahora que una cosa es predicar y otra es dar trigo. De manera que hoy, ellos y nosotros, sabemos que no es exactamente así.
Tras las crisis que nos van llegando regularmente, hemos sabido;
Que en países en los que se supone que los valores democráticos son algo inherente a la forma de vida de toda la sociedad, tal como creíamos que ocurría en EE.UU. esos seres, o lo que sean, han sido capaces de poner al borde de la quiebra a su propio país.
Que manejan a su antojo los “mercados” del o los países que se les antoje.
Que carecen de escrúpulos.
Que engañan a países enteros y a sus mandatarios, y que para ellos el mundo y las crisis son la misma cosa. Es decir. Una oportunidad de enriquecimiento sin límite.
Siempre me he preguntado yo que ¿Quién coño serían los mercados? Ahora vamos sabiendo algunas cosas sobre estos entes, pero al mismo tiempo constatamos otras que no nos hacen tener más fe que antes en la democracia ¿Por qué? Porque aunque es verdad que a los ciudadanos normales y corrientes se nos permite la posibilidad de cambiar a nuestros representantes, elijamos a quien elijamos, finalmente, estos habrán de inclinarse, con vaselina o sin ella ante quienes de verdad mandan. ¡Ojo! ¡Ojo! ¡Ojo! Y mandan sin necesidad de votos. No necesitan por tanto de ningún proceso electoral. Representan solo a quienes tienen, como ellos mismos, el único objetivo de aumentar beneficios. Solo necesitan avaricia, de las que dan muestras evidentes de no saciarse jamás y falta de vergüenza, que la desconocen desde que fueron engendrados.
Medio mundo hambriento, enfermo, sin agua, sin educación, en pie de guerra unos contra otros sin saber muy bien porqué. Pueblos enteros aplastados por ejércitos salvadores en nombre de las mismas democracias que les venden las armas a sus contrarios o de religiones que les adormecen. Sin futuro, en suma, para ellos ni para sus hijos, porque muchas veces, estos, son quienes empuñan las armas que fabricamos los países ricos y además democráticos.
Y a mí, y supongo que no solo a mí, se me ocurre pensar mientras tanto que;
-La iglesia católica acumula riquezas y no puede tapar ya más tiempo sus vergüenzas
-Los amos de los mercados siguen jugando con el mundo y siguen emulando a las garrapatas.
-Las realezas nos insultan y avergüenzan con su ostentación y lujos provocadores.
-Y muchos de los políticos que nos prometen soluciones, están hasta las barbas de corrupción, de mentiras, y no cesan en su despilfarro a cuenta del que cada vez tiene menos.
¡! Pues no me lo callo!! .
Hay ocasiones en las que siento ganas de vomitar sobre los platos y las copas;
De los obispos, cardenales y demás eminencias,
De las realezas y sus nobles acólitos lameculos,
De los amos de los mercados y responsables de la miseria que padecen millones de personas,
De todos los políticos corruptos y mezquinos, que haberlo haylos.
En cuanto a aquellos que se autoproclaman representantes de todos los trabajadores pero que viven principalmente, y además muy bien, a costa de los presupuestos generales del estado. O sea, también de mi bolsillo, ya se me ocurrirá algo.
Cada vez que pienso en todo esto se me pone una imagen fija en el cerebro. No puedo sacarla ni con alicates. Es la figura de; LA GARRAPATA
Elda. 27/06/2010
Emilio Martínez Arrés


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