Es habitual escuchar y, en mi caso, pensar en las cosas que pude hacer y no hice o en las que debí hacer de distinta forma. En función de cómo nos encontremos actualmente, solemos decir que cometimos errores. Así, si la vida nos colma de placeres y alegrías, de buenos amigos y de capacidades de todo tipo para vivirla intensamente, (yo lo llamo bebérsela a tragos largos) diremos que la vida nos trató bien, que tuvimos suerte y que no cometimos errores.
Sin embargo, si en el momento actual que vivimos, nos encontramos desilusionados, sin tiempo para “Rectificar” porque ya no queda ídem, sin ilusiones realizables, o siendo conscientes de que perdimos en su momento la oportunidad de realizarlas, entonces diremos que no tuvimos suerte, que la vida nos trató mal y/ o que cometimos muchos errores. Un ejemplo claro que define gráficamente lo que anteriormente se expone es el famoso “Latiguillo”
¡! Ay!! “Si yo tuviese ahora 20 años, y con lo que sé, cuantas cosas haría de otra manera”. Si se analiza esta frase con un mínimo de objetividad descubriremos fácilmente la contradicción que se encierra en ella misma. A la persona imaginaria que la acaba de decir, cabe preguntarle algunas cosas
¡! Ay!! “Si yo tuviese ahora 20 años, y con lo que sé, cuantas cosas haría de otra manera”. Si se analiza esta frase con un mínimo de objetividad descubriremos fácilmente la contradicción que se encierra en ella misma. A la persona imaginaria que la acaba de decir, cabe preguntarle algunas cosas
1º ¿Cómo sabes tú que no harías lo mismo una segunda vez? ¿O es que acaso en lo que piensas es en que solo tú podrías volver a los veinte años y los demás no?
2º A lo que ahora sabes, pareces darle un gran mérito. ¿Verdad? ¿Y como crees que lo has aprendido? ¿En un cursillo sobre conocimiento de la vida on-line? Pues no. Recuerda, piensa, mira y ve como tu bagaje de experiencias, de vivencias. Tu conocimiento de la vida y de las personas, lo has adquirido porque has hecho las cosas como las has hecho. Puedes pensar, si quieres, que las has hecho mal. Puedes incluso llegar a la conclusión de que esta, aquella y / o la otra decisión te han llevado a la situación donde ahora te encuentras, si. Pero…. ¿Puedes demostrarle a alguien donde estarías si hubieses tomado otras decisiones, elegido otros caminos, escogido otros valores, convivido con distintas personas? ¿Puedes? No. No puedes. Nadie puede hacerlo.
3º ¿Como puedes saber que has cometido errores? ¿Sabes acaso que consecuencias exactas hubiese tenido tomar una sola de tus decisiones de distinta forma a como lo hiciste en el pasado?
En el cerebro de un bebé no está escrito: “CUIDADO, NIÑO. SI TE CAES, TE HARAS UNA ROZADURA EN LA RODILLA Y SENTIRAS DOLOR”
¿Como aprende el ser humano las cosas básicas para sobrevivir? Haciendo eso que llamamos “equivocarse o tener errores”. Cuanto antes cae el niño y siente el dolor del golpe, antes habrá aprendido esta lección. Se crece pues, con los golpes, con los “errores”. Y cuando pasan muchos años y nos hemos producido tantas rozaduras, ¿no es cierto que es entonces cuando somos más maduros, más conscientes, más sabios, más humanos? Entonces, ¿por qué seguimos llamando a todas esas cosas que nos ocurrieron y que nos hicieron daño, ERRORES? ¿Cómo puede ser que un error que tiene siempre connotaciones negativas nos haga bien?
De lo que no debiera quedarnos duda alguna es de que cada cosa que hacemos, (no solo nosotros, sino cualquier persona o cosa en este mundo) cada movimiento, por insignificante que nos parezca, ha influido de una u otra manera en lo que hoy somos, en nuestro presente. Todo esto me hace concluir en que todo lo que hacemos influye en nosotros, en nuestro entorno y en las personas que en el están y viceversa. Somos, querámoselo o no, la consecuencia de nuestros propios actos en el pasado. Ninguno de nosotros nació así, como hoy somos. ¿Quien de nosotros ha decidido adquirir esta visión del mundo o simplemente esta talla de ropa? Nadie.
En algún sitio leí que si los mas de mil millones personas que habitan China saltasen todos al mismo tiempo, el peso de todos ellos al chocar contra la tierra, haría que se desencadenase un pequeño terremoto. Un temblor de tierra que podría ser detectado por nuestros sismógrafos. Es posible. Si lo aceptamos como tal, ¿que pasaría si en lugar de mil millones saltasen solo 999 millones? ¿Y con 500 millones? ¿También se produciría el terremoto? Siguiendo esta línea, llegaremos a un punto en el que un solo chino haría que se produjese o no el terremoto. Pues no. No es verdad. No. No me cuadra. Creo más bien que con la actual tecnología aplicada en este caso a nuestros sismógrafos, no somos capaces de medir que consecuencias tiene en el resto del mundo el salto de un solo chino. ¿Razón? Falta sensibilidad, capacidad de percepción, para poder “notarlo”, medirlo, demostrarlo.
De la misma manera creo, que en lo referente a las personas, se repite el fenómeno. Cada palabra, cada gesto cada acción u omisión tiene consecuencias en los demás. No es una teoría, aunque así se pueda o quiera creer. Es una realidad que a partir de un cierto punto o momento no podemos medirla, pero eso no quiere decir que no existe.No podemos negar lo que no sabemos, precisamente porque nuestro propio desconocimiento nos impide negar la posible existencia de algo que no sabemos si existe o no, pero si podemos trabajar sobre una teoría para intentar hacerla demostrable. Así que, humildemente, me atrevo a decir, que: puesto que lo que somos es el resultado del pasado. Dado que el pasado no es posible rectificarlo, y que aún en el caso de poder hacerlo, no sabríamos nunca a donde nos llevarían nuestras “otras” acciones, no me parece que sea una herejía decir que:
De la misma manera creo, que en lo referente a las personas, se repite el fenómeno. Cada palabra, cada gesto cada acción u omisión tiene consecuencias en los demás. No es una teoría, aunque así se pueda o quiera creer. Es una realidad que a partir de un cierto punto o momento no podemos medirla, pero eso no quiere decir que no existe.No podemos negar lo que no sabemos, precisamente porque nuestro propio desconocimiento nos impide negar la posible existencia de algo que no sabemos si existe o no, pero si podemos trabajar sobre una teoría para intentar hacerla demostrable. Así que, humildemente, me atrevo a decir, que: puesto que lo que somos es el resultado del pasado. Dado que el pasado no es posible rectificarlo, y que aún en el caso de poder hacerlo, no sabríamos nunca a donde nos llevarían nuestras “otras” acciones, no me parece que sea una herejía decir que:
NO HAY ERRORES.
2009-12-23
Emilio Martínez Arrés


No hay comentarios:
Publicar un comentario